No sé muy bien por dónde empezar así que lo haré por el principio (2019).
Save the Children Running Team
Luego de la maratón de Berlín, por alguna razón me dieron ganas de correr Londres. La lotería es bastante complicada y yo, que no me gano nada, por supuesto no iba a ser la excepción. Me enteré que había opción de charity o agencia, por lo que pensé inmediatamente en Save the Children cuya casa matriz está en UK. Imposible que no tengan un cupo.
Le escribí a Anita de STC Colombia y me dijo que no sabía nada sobre el tema, pero que me ayudaba a averiguar. Un par de días después tenía en mi inbox un correo del responsable de la maratón en STC UK. Me tenían un cupo y debía recaudar la módica suma de £1.850 ☠️.
No es fácil recaudar plata y mucho menos si es internacional. Si es en Colombia, a uno por lo menos le duele su País, pero para UK no hay ningún vínculo emocional. ¡Iba a ser más difícil!
Busqué asesoría y empecé a pedir a mis amigos… qué difícil es cuando nuestra moneda es de las más devaluadas de Latinoamérica, pero el reto estaba, y había que cumplirlo. No había chance de que yo pagara eso de mi tarjeta 🤑.
Así, empecé a hacer algunas rifas y demás cosas para que la gente donara, pero salir del grupo de amigos es muy difícil. Pero ¡algo había que inventarse…!
Para darles un poco de contexto, en Microsoft tenemos un programa de match de fondos y por cada USD que un empleado done, la empresa pone lo mismo… además, si le pido a mi equipo en USA, ya la TRM no afecta. Para un gringo un par de USD es una cena y ¡no todo el sueldo como para un colombiano que paga en COP! 😵
Le escribí a mi equipo y amigos de la oficina y en un par de días había recogido más del doble que por IG y amigos cercanos. ¡¡Wowww, había sobrepasado la meta!!
Estaba listo para correr y más especial aún ¡saber que estaba apoyando a los niños de escasos recursos! ¡Estábamos, entre todos, recaudando más de 2,000 kits escolares y otras cosas 😍!
Gracias a todos mis amigos que donaron y apoyaron esta linda causa. ¡Somos privilegiados y tenemos la responsabilidad de trabajar por un mundo mejor ❤️!
UK Con Candela
Empecé a entrenar a finales de 2019 y me sentía fuerte. Quería bajar el tiempo que había hecho unos meses atrás en Berlín e ilusamente me había registrado en el team #sub330. Ese club donde está Nany, Alejo, Migue, Richie y algunos otros todos poderosos… esos, de los que dejan atrás y no esperan; esos, de los que uno escasamente les alcanza a ver la espalda en la distancia…pues sí, esos… jajaja… al final, es chiste porque estaba muy lejos de eso. ¡Cada quien es consciente de sus capacidades 😬!
Dándole y dándole para que al final llegara el popular COVID y dejara todo el esfuerzo de 2-3 meses en el papel. Esa parte de la historia ya todos la conocemos.
La vida nos puso muchos retos por delante, pero después de 2 años, la carrera se acercaba y tocaba ponerle el pecho.
Estaba mega preocupado porque el 2021 me había dejado unas rodillas de abuelito y no había podido entrenar muy bien. Adicionalmente, había organizado un viaje por UK de 1 mes que seguramente me iba a dejar agotado, llegar a la carrera con pocos ánimos, y sin entrenar.
Había hecho las cosas al revés por temas ajenos a mí, y tocaba mantener el plan. ¡Turistear y después correr! Sí, prioridades.
Empezando el 2022, le pedí a Taluchis que debía estar listo antes del viaje y que allá escasamente podía hacer algo de mantenimiento y jugar a la suerte en la maratón, algo así como un acto de fe, un salto al vacío. Ella, como siempre tan tranquila y serena me decía "listo mijito". Yo preocupado porque las famosas 16 semanas de preparación se estaban acortando y aún no podía correr. Solo nadaba y fortalecía. Miraba TraininPeaks y mis gráficas estaban en ceros 😢. El mega planeador con OCD estaba preocupado.
Haciendo cuentas alegres, estar listo pre -viaje no daba, y tenía 1 mes de preparación. ¡Tocó entrenar en el viaje 😴!
Arrancó el viaje y con mis (veintiúnicos) 2 pares de tenis, empecé a darle la vuelta a UK. Empecé con unos intervalos en pista (que odio), un fondo en Hyde Park, y un par de madrugadas y trasnochadas en cualquier pueblo viendo castillos. Estaba cansado y no llevaba 1 semana. La cabeza me empezó a jugar en contra, y más, porque a esas alturas, no tenía claro ni con qué tenis iba a correr. Mal en los básicos.
Pasó el tiempo y nunca tuve presente las prioridades, o más bien, cada día las cambiaba. ¡GRAVE ERROR! A veces decía que había venido a UK a pasear y conocer, y otros pensaba en cómo no voy a jugármela toda en la maratón y tener un buen resultado. Mi lado competitivo no me dejaba tomar del pelo en Londres.
Pasaron las semanas y me tocó empezar a buscar masajes en el pueblo que cayera. También iba al gym a pedir un foam roller así no estuviera afiliado. ¡Wow, la gente queridísima! Con esto, me pregunto : ¿si voy a un gym en Bogotá, me dirán que solo para afiliados? Hmmm!
Cada entrenamiento trataba de distraerme y de mandarle foto a Taluchis, a los amigos, subía en IG y hasta me sentía repitiendo la misma historia. Me gusta estar solo, pero entrenar en equipo. Necesitaba apoyo y lo único que encontraba era el celular. ¡Sorry por el spam!
Tenía la tarde libre en un pueblo en Irlanda y mi plan decía 24K. Era mi fondo más largo del viaje y me tocaba hacerlo en un pueblo de pescadores divino pero enano. Esos pueblos que se caminan en 30 minutos y el mega plan es sentarse a tomar cerveza en un pub y/o ver el atardecer en la bahía. Sin mucha planeación, empecé a correr por la bahía del pueblo, y al 1.5km se me acabó. Me devolví y cogí la carretera que me llevaría pueblo tras pueblo (pasé como 3 o 4) por una ruta quebrada donde no pasaba ni medio carro. A los pocos kilómetros todo me sabía a diablo. La cabeza me empezó a decir “¿qué hago acá corriendo en mitad de la nada en lugar de estar en un pub buscando hidratación (hidratación pero de las que todos conocemos que es la buena)?” El reloj se detuvo y los kilómetros no pasaban. Me dolían las piernas, la planta del pie (ese día definí vender los tenis), iba reventado, me sentía solo y quise mandar todo a la mierda. Dos horas después, llegué de regreso a la bahía donde aún se veía algo del atardecer. Saqué el celular y me tomé una foto. No quería correr más. Estaba decidido a llegar a Londres con lo que tuviera. Poco o no (¿qué tanto se puede hacer en 6 semanas?) pero había sido "trabajo honesto".
Creo que nunca había tenido tantos reply en un story. Muchos mensajitos me llenaron el corazón de motivación y tocó poner en cintura la cabeza. Descansé 1 día y empecé el plan de tappering que me gocé hasta el día antes de la carrera.
Nunca supe cuál fue la prioridad. ¿De pronto ambas? Creo que siempre hay que buscar lo que nos hace feliz y un balance en la vida. Hice el mejor viaje de la vida y entrené para mi #PR de maratón. ¡Todos tenemos buenos y malos momentos, y hay que aprender de ellos!
Confía en ti y te sorprenderás!
Con la confianza no muy alta, llegué a Londres y me encontré con SANTI. Empezamos a hacer plan pre- carrera que la verdad había olvidado un poco cómo era eso. Apenas con lo que competí este año, había sido aguas abiertas y no le paraba muchas bolas a la alimentación ni al descanso. Empecé a cuidar (más) lo que comía, lo poco que caminábamos turisteando y escasamente fuimos a la feria y a un pub a distraer la mente. Al día siguiente fuimos a Hyde Park para el acostumbrado “afloje” de piernas y me sentí pesado. Él me decía "está muy fuerte" y yo solo repetía "hmmm si" pero por dentro me sentía pesado, me dolían los gemelos y no le veía mucho futuro a la carrera.
Había armado mi plan de carrera de acuerdo con las sensaciones que tuve en ese mes, había estimado empezar suave (algo por debajo de 6') y luego apretar a un 5:20' que pensaba era lo que el cuerpo podía aguantar. Santiago me regañó, me lo tumbó y me hizo pensar que podía dar más. O al menos intentarlo. Debía hacer la carrera plana al mismo pace y al final, ver si podía apretar. Eso de empezar suave y luego apretar al final …uno nunca aprieta…nunca. Son verdades a medias :) !!
Me mantuve en mi plan de 5:20' esperando hacer un tiempo de 3:42hrs con el fin de mejorar Berlín, pero sabiendo lo "poco" que había entrenado. Igual me la quería gozar (como siempre lo hago) y sentir nuevamente la emoción de correr una 'major' y en una ciudad espectacular como Londres.
Se llegó el día, me alisté lo mejor posible y traté de salir a tiempo de acuerdo con lo que pronosticaba Google Maps. El camino a la salida era largo: debía caminar, tomar el metro, luego tren y estar allá un par de horas antes de la largada. Antes de salir del aparamento, quise irme con la mejor energía posible y vi nuevamente el video que me hicieron (digamos que sobrios jaja) mis amigos del equipo y los mensajitos de Taluchis que siempre me subían el ánimo, la adrenalina y me hacían recordar por qué estaba allá.
No sé si en verdad me conoces hace 2 años pero parecen décadas. Siempre sabes qué decir. Esta vez no era solo por mí para gozármela como siempre, era por los niños de Save the Children y todos aquellos que donaron por esta causa. Con ellos en el pecho de la camiseta y mi corazón, iba a correr mis 42K, que aunque pareciera poco lo que había entrenado, había sido "trabajo honesto", con dedicación y pasión. Santiago me preguntó si me había dormido en la ducha y ya me iba a despertar, pero creo que estaba tratando de visualizar muchas cosas en mi mente :)
Salí justo de tiempo, y para recuperar unos minutos quise trotar unas cuadras en caso de que el metro llegara unos minutos antes. Di unos pasos rápido, troté 2 cuadras y sentí los gemelos como si acabara de salir de mi clase de fortalecimiento con Andrés. Pucha, si me duelen y queman desde ya ¿qué voy a hacer en 42K? Aguanté un rato y me imaginé a Nany repitiéndome "los músculos se calientan y te dejan de doler. Deja el show!!".
La espera se me hizo eterna, pero después de hacer todos los rituales habidos y por haber, estaba listo para salir. Apretado con todos en la salida azul, empezó la candela y rápidamente el paso promedio del grupo rondaba los 5'. Esto está afuera de mi plan, pero ya me hago a un lado y le bajo. No llevaba 500m y me quemaban los famosísimos gemelos que esperaba empezaran a calentar. La mente tratando de concentrarse en el público que desde el inicio, parecía bastante emocionado; fácilmente se distrajo con un dolor de estómago. Sentí que con cada paso me rebotaba todo por dentro y el dolor empezaba a ganar protagonismo. En 8 años corriendo, solo me había pasado una vez, y Londres, no iba a ser el escenario para la 2nda. No me iba a cagar la carrera (literalmente). Miré de reojo los baños del km 2 y mantuve el pace. Empecé a pensar si debía comer geles, aunque la reacción iba a ser peor. Traté de no pararle bolas y dejarle ese problema a ‘future’ Felipe 30 minutos después. Llevé la mente al reloj y seguíamos a 5', pensé en bajarle porque me iba a reventar; 5:20' era el plan y si no le bajaba, seguramente rondando los 30s, iba a sufrir. La energía estaba buenísima, la gente lo animaba a uno y creo que me iba dejando llevar. El estómago se calmó y las piernas estaban a punto. "Londres, hagámonos pasito" había pedido días atrás y por suerte, ya nos íbamos cogiendo cariño.
Pasé por los 10K, 15K y seguía a un gran pace. Saqué el celular y le dije a Santiago "voy más rápido"… él me estaba siguiendo por el GPS y nos íbamos a encontrar en la milla 9-10. Si no le aviso, capaz que lo cojo desprevenido.
Me mandó un mensajito, lo ubiqué y le levanté la mano cuando llegué al punto de encuentro. Me preguntó cómo iba y solo le dije "bien, pero voy más rápido, me voy a reventar adelante". No me dejó bajar el pace y me ayudó con la hidratación; sabíamos que no iba a ser muy buena, por eso había llevado Pedialyte para el camino.
Él llevaba una camiseta que decía SANTI y la gente empezaba a gritarle… en cada esquina lo animaban. Solo escuchábamos SANTI, SANTI, GO SANTI y nosotros solo nos reíamos. Él ni siquiera estaba compitiendo, en cambio a mí, nadie me decía nada. A mi izquierda iba un tal “SAM” y también le gritaban. Yo solo me reía y decía "ese SAM y SANTI son para mí".
Empecé a sentir el cansancio del pace que llevábamos y la mente empezó a hablar. Le dije a Santiago "tengo que llegar YA al Tower Bridge". Necesitaba saber que iba en la mitad y que cada paso que diera de ahí en adelante, era hacía abajo.
Llegamos al Tower Bridge que era no solo (casi) la mitad de la carrera, si no el primer 'sightseeing' "importante" por el que pasábamos, y por supuesto, la energía era espectacular. Estaba lleno de gente gritando, tocando campanas y lo que fuera. Así era toda la ruta. Llegué a la media maratón casi haciendo mi #PR y le mandé notica de voz al equipo "voy muy bien, voy rápido, no sé si me queme". Después vi que Talu me regañó "guarda ese teléfono y concéntrate"…jajaja hace parte de mi "me la estoy gozando".
En el Tower Bridge cogíamos a la derecha hacia Canary Warf donde tocaba dar una vuelta y regresar al mismo punto para dirigirnos al Big Ben, London Eye, Buckingham Palace y la meta en The Mall. Ahí nos encontramos con Juanita que me dijo que quería hacer su tiempo de Boston, pero vi el reloj y para mis adentros, me dije “no lo iba a lograr”. Igual íbamos por un buen tiempo y a un pace similar, nos fuimos los 3. Sentí presión de no bajar el paso para ayudarla y con Santi nos hicimos adelante. De reojo tratábamos de controlar el pace y que no nos fuéramos a alejar. A ratos, el que se quedaba era yo y trataba de seguir el pace. Santiago nos traía a un ritmo constante, velocidad crucero, sin esfuerzo y casi sin despelucarse. ¡Gracias!
Esperamos llegar al kilómetro 32 para calcular un tiempo estimado de llegada y me daba sub 3:40, que jamás lo hubiera pensado. Claro, todavía no me había quemado y no había llegado a 'the wall'.
Iba sólido de piernas, pero el cansancio empezaba a pasar factura a pesar de que estaba siguiendo mi plan de alimentación. La cabeza se cansó y empezó a decir “que Santiago se vaya con Juanita”; “le dije que el pace era 5:20’ no 5:00’”; “después del viaje, llegar hasta acá, igual es una gran carrera”… le grité a Santiago “me mamé” y a 10 metros se volteó con un termo de Pedialyte, me estiró la mano y me dijo “quiere?". Me sentí como la zanahoria del caballo, puse en cintura a la mente y apreté para alcanzarlo.
Ahí mantuvimos el pace, me volteé a gritarle a Juanita "vamosssss" pero finalmente se quedó. Voy por mi sub 3:40 sea como sea. Santiago me sacaba la mano como con señal de puñito, yo no entendía si quería que le hiciera puñito o qué, pero lo veía como una señal de "firme, acá vamos". Después me contó que simulaba como si me jalara con una cuerda… así le hizo un amigo en Barcelona unos meses atrás y le había funcionado. Para la próxima, nos explicamos las señas antes jajaja..!
Seguíamos con ritmo constante, las piernas iban firmes, la rodilla ni se acordaba que llevaba lesionada 1 año y cuando me dolía la cadera, solo le pegaba puñitos para distraer al musculo. Pasamos 'el callejón de los muertos' y me acordé cuando le dije a Juanpa en Berlín "no los mire que se le pega". Empecé a mirar a la izquierda, donde se alcanzaba a ver el río, el London Eye, y muy lejos seguramente, estaría la meta escondida entre edificios y la multitud. Santiago debía salirse pronto, si no, terminaría en la cárcel deportado directico a España (bromeábamos). Después de 25K, no había podido tener mejor pacer y amigo acompañándome esos kilómetros y jalándome de la cuerda imaginaria.
Evidentemente cada vez era más difícil salirse, había más policía, no había huecos y no iba a poder pasar por la multitud. Se quedó unos metros más adelante sin antes decirme unas palabras que quisiera recordar textualmente para siempre, y que solo los grandes amigos, sabrían decir en momentos como este. No estaba solo, nunca lo estuve y no lo iba a estar. Esa estrellita que brilla más que las demás, me había llevado 40kms y no me iba a soltar. Apreté el último kilómetro con lo que quedaba en las piernas y paré el reloj por debajo del tiempo que jamás se me hubiera pasado por la cabeza. Recibí esa medalla que llevaba esperando 2 años y que orgullosamente, puedo compartir pensando en que entre todos podemos cumplir nuestras metas, apoyar a los que más lo necesitan y sobre todo, creer en nosotros mismos.
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