Mundial X-Terra
- Talu Realpe
- Jan 9
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Updated: Jan 10
El mundial de X-Terra llevaba 25 años siendo en Hawáii, como ya lo había corrido, no había vuelto a intentar clasificar, pero finalmente cambiaron de lugar: las Dolomitas; decidí ir a Francia a intentar clasificar, corrí una nueva modalidad X-Terra, un formato más largo, (1900 m nadando, 70 km en bici MTB y 21 km en trail). Me gustó tanto la carrera, que no quería que se acabara. Quedé de tercera, pero en esa carrera, clasificaba únicamente la primera.
Afortunadamente llegó la marca X-Terra a Colombia.
Alguien me dijo: “Esa carrera tiene tu nombre”.
Lo pensé e hice realidad ese sueño de volver a clasificar al mundial.
Cuando llegué y vi las Dolomitas, me dieron ganas de llorar. Sentía una felicidad absoluta de agradecimiento por poder estar corriendo ahí y estar con mi familia.
El lugar es un sueño.
Provoca irse a escalar todas las montañas.
El día de la carrera, cuando iba caminando hacia la natación pensaba: ¿Qué putas hago aquí? 🤣, me estoy muriendo de frío y no me he metido al agua, ¡quién me manda!
Empezó la natación y no veía un culo, estaban las boyas de giro y no las de referencia, pero veía las Dolomitas y me volvía a sentir feliz, de poder estar nadando en ese mágico lugar.
Me golpearon, me cogían del hombro, estaban como agresivas las chicas y yo pensaba. ¿Porqué no me pasan y ya. ¿Porqué me pegan?, yo no tengo problema en que pasen y jalen.
En realidad, se me pasó rápido la natación, en tiempo fue mi mejor disciplina, entonces, hubiese servido que no la cortaran a la mitad. Yo ya tenía planificada mi lanzada en bomba en la segunda vuelta de 750 m, tirándonos del pontón.
Salí del agua y me dolía la cabeza del frío, pero seguía el segmento más esperado, ¡la bici! Lo que más había entrenado y en lo que terminó siendo el peor tiempo de las tres disciplinas. Que berracas tan fuertes para montar. Admiración total.
Que haya sido mi peor segmento, no quiere decir que no lo haya amado con locura, ha sido el ciclismo de una carrera de montaña que más me ha gustado, barro, piedras, rampas, escaleras, pista, subida, bajada, curva cerrada, etc., etc., etc. Me sentía en un parque de diversiones de la cleta. Pensaba en Luisfer, en que hubiese disfrutado mucho hacerlo, en ¿Cómo no alquilamos una bici para que hiciera el reconocimiento conmigo?. Los paisajes eran increíbles.
Recordaba los consejos que le había dado a Pasha y Andre el día anterior para tomarlos yo también:
La clave está en disfrutar, en correr con agradecimiento por estar ahí.
El agua esta fría, pero con la adrenalina no se va a sentir, y si se siente, piensen en que afortunados poder estar ahí.
En la bici se arman trancones, así que no queda más que relajarse y correr e intentar pasar por el lado, si no se puede, aprovechen, coman e hidraten.
Si uno se cae, no hay nada más divertido que reírse de uno mismo.
Si está difícil montarse, pues no se monten… ¡corran!
Si se pincharon dos veces, hay tiempo para hacer toda la vuelta corriendo, mejor dicho, a verle lo mejor a todo lo que se presente.
Somos colombianos escaladores, creerse el cuento, olvidarse de los que piden pista, ellos verán por donde pasan.
¡Gócenlo!
No podíamos tener mejor compañía.
Y corriendo, van a ver que se pasa súper rápido después de esa bici
En la bici, muchos tramos que había hecho, en el reconocimiento, el día anterior montada, en carrera no pude, porque había mucha gente que caminaba; parecíamos en una procesión, callados cargando la bici, uno que otro furioso al caerse y una que otra risa mía al caerme hasta caminando.
En las rampas me acordaba cuando llevo a Paulina al rodadero y le digo ¡Yuju! Y ella repite ¡Yuju! Y empecé a hacer eso mismo, mientras las pasaba.
Faltando poco para acabar la bici, pasé a mi parcerita colombiana Pamela y me caí, ¡me dio alegría verla! Nos animamos mutuamente, me reí, me paré y seguí.
Olvidé contar, en la primera transición estaba pensando que no sentía los dedos del frío y fue tanto que olvidé abrocharme el casco, menos mal el juez me recordó.
En la bici, también pensaba en Andre, en que, como yo, se debía sentir la más extrema haciendo esa bici.
En la segunda vuelta, de dos, cuando ya sabía que venía el punto de hidratación, me acabé la segunda caramañola y al llegar dispuesta a coger dos termos, ya se habían acabado.
No me comí ningún gel porque el estómago me había amanecido dando vueltas, seguro por el cambio de alimentación
En el atletismo sabía que correría con la experiencia, porque entreno no había por los espolones calcáneos, pero no corro con temor, ya me ha pasado antes que tengo alguna lesión y el atletismo lo llevo en la sangre, termina siendo mi segundo mejor segmento.
Cuando llevo poco corriendo, me pasa Pamela y ¡nos volvemos a alentar! En efecto, se me pasa rápido la primera vuelta, veo a mi familia y primero lo importante, besito a Luisfer y seguir corriendo feliz.
Veo un animador y empiezo a bailar alzando los brazos con él, cuando me doy cuenta, me he equivocado y me está animando porque cree que voy llegando a la meta, pero a mí me falta la segunda vuelta 🤣, media vuelta y continúo corriendo.
Veo de nuevo a mi familia y decido hacer un salto del que golpeas los pies en el aire a los lados para mostrarles lo feliz que estoy corriendo en ese lugar.
Voy acercándome a la meta, muy cerca de una señora de más de 60 años (para que se imaginen el nivel), pienso en que, si llega conmigo a la meta, la dejo pasar y le hago una reverencia, como lo hizo Simón Biles y su compañera a la gimnasta brasilera.
Pero veo más adelante a una chica a la que pasé y me pasó más de una vez en la bici y decido rematarle, recordando que, en el mundial pasado, había llegado de 4ta por 3 segundos, por una chica que me remató llegando a la meta.
Me espera Pashita, que felicidad, ¡una carrera más juntos! Me he ganado un helado porque apostamos siempre las transiciones.
Me encuentro a Luisfer y me dice que quedé 5ta, nuevamente me dan ganas de llorar, orgullo propio. Estoy feliz con mi resultado.
Nos vamos juntos a esperar a Andre, quien también llega a meta con sonrisa de oreja a oreja.
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