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Santa Isabel 2.0

  • Juanita Camargo
  • Mar 14
  • 11 min read

En diciembre de 2021, fue mi primera vez que subía un nevado en Colombia y fue el Santa Isabel, en ese momento llevaba un año viviendo en la calera, tenía “rezagos” de todo lo que había entrenado en Tri&Trail (aunque no lo crean a pesar de haber transcurrido como 2 años jejjeje yo todavía me sentía fuerte y siempre le agradecía a Thalu haberme mostrado hasta donde y de lo que soy capaz) por lo que en ese momento y lo que tengo de recuerdo es haber subido en la punta sintiéndome que todo era “papitas” y bajando corriendo como una loca hasta que me “avisaron” que a mi gordo lo estaban bajando en cuerdas y por primera vez pare a mirar a mi alrededor, estaba aterrada de lo que le pudiera pasar, pero además por primera vez vi a mi alrededor la inmensidad que me estaba rodeando, la belleza tan hermosa y fue como ups algo me faltaaa … en conclusión de ese viaje dije tengo que volver… en conclusión fue una vez de muchas primeras veces!!!

Así transcurrió el tiempo y bueno como todo en la vida y así suene cliche llega en el momento perfecto, no antes, no después y Thalu me escribió  que estaba organizando el plan de ir a Santa Isabeeelll y como en cámara lenta sentí que no había ella terminado de escribir, cuando yo estaba diciendo que claramente que siii,  llegó mi oportunidad con un equipo que me siento tranquila para estos planes y además paso muy rico.

El tiempo paso y yo en vez de sentirme cada vez más fuertes, así como, subí la primera vez, me sentía lenta, pesada, ahogada y que la natación no había hecho sus efectos como en otras ocasiones.


Por otro lado, dicen que lo que se repite se hace mejor porque se conoce, pero en este caso, yo estaba mega cagada del susto, sabía que podía subir el “Rompe Corazones” bien porque me trepo como mico y lo se hacer, pero la bajada ufff me tenía mega pensativa, recordar a mi gordo ahí colgando me tenía cabezona, no soy dura para las alturas, de hecho de mis mayores retos de la vida son las alturas, pero bueno que carajos ya estábamos jugados.


Tenía mi parche de subida, Andre y Dani, también dentro de mis locuras le dije a Thalu si nosotros los “Lentos” podíamos comenzar a subir antes, porque al fin y al cabo queríamos subir a la cumbre  y obvio le expresé mi miedo, de estar hecha una lenta y que no lo logrará y su paz y tranquilidad me mostro que estaba siendo un melodrama y que sí se podía jajaja

Jueves 27 de febrero de 2025, estábamos con Andre montándonos al avión, leyendo los relatos de los compañeritos y como raro mi cabeza llenándose de telarañas, el relato de musitas me impresionó bastante, decía será que esa voy a ser yo, carajo y por allá,  pero poker face, Andre estaba más cagada del susto que yo, entonces tocaba dar ánimos!


Ya era viernes 28 de febrero de 2025, levantada de primeras arreglada con toda la pinta y pal desayuno, todo el itinerario era apretado y como soy lenta por naturaleza no quería ser la demorada del grupo, entonces estaba focus para que me rindiera, llegamos al aeropuerto y ahí nos recogieron, éramos muchos – 14 compañeritos - y muchos guías  - para mi era abrumador - y yo desde que me monté al carro me comencé a marear y pues mi mejor solución a todo, quedarme dormida. Como íbamos apretados de tiempo, no hicimos la caminata primero, sino llegamos a la casa suiza, lugar donde nos íbamos a quedar y uffff al ver  este lugar tan divino en la mitad de la nada, mis ojos dormilones se despegaron y abrieron para abrir paso a una sensación de por fin estoy acá, me cumplí había dicho que volvía a ese lugar tan maravilloso y ahí estaba, ni me lo podía creer.


Entre y vi la misma recepción, cuartos, salita de estar, el comedor que me encanta y fue la mejor sensación del mundo, creo que no puedo explicar porque pocos lugares del mundo me producen esto,  pero me sentí muy bien, contenta, ya no estaba mareada, eso sí muy pesada, pero estaba “bien” en mi autoanálisis.


Subimos al cuarto nos hicimos Andre, Mati, Juli y Maheba que gran combo, entre al baño, vi la tina y dije aish como me gusta este lugar, ya bajamos almorzar y el sentirme pesada y lenta era parte hambre, tenía demasiada y no me había dado cuenta, en fin comimos delicioso y salimos para la caminata de 5 km de aclimatación.


Este lugar es hermosísimo tiene varias especies únicas y al paso que íbamos uno de nuestro guías nos iba explicando y contando historias de cada una de  las exóticas, únicas y maravillosas plantas que hacen parte de una vegetación tan inhóspita como es la de ese lugar.  El guía también nos contó que hubo expediciones desde la época de la colonia y uff como me gusta irme oyendo todas estas historias, estaba embobada escuchando y además mis botas sentía que agarraban perfecto el terreno, algo que me tenía como cabezona jejejej – otro de los tantos “males” que me tenía pensativa por si salía mal- ...  llegamos a los 2.5 km y  vemos una laguna // embalse // en fin agua de como 2 km de fondo y digo sería del putas poder nadar acá jajja, me preguntó será que se puede? Y digo en chiste, es para que Thalu diga “mijitos a ponerse el wetsuit y nadar”.


Comemos algo del mix de comida que teníamos,  muchas muchas fotos y ya salimos de regreso para la casita suiza, ahí nos esperaba la clase de ponernos todos los cacharros para subir, el casco, arnés, crampones etc etc, comidita y a bañarse para momir.


No sé si fue porque era mi Santa 2.0. pero pues dormí muy bien, era  1 de marzo de 2025, sábado, me levanté tranqui y con mucho entusiasmo, me vestí, desayuno y cuando salí de la casa, sentía las piernas mega pesadas, estaba ahogada y sentía mucho frio, pensé y repetí las palabras de alguien que se asombra de mis “aventuras” y siempre me dice que necesidad Juanita pues ese fue mi pensamiento ahí en semejante paraíso, como es de contradictoria la cabeza, todo lo que daba por estar ahí y yo pensando tanta bobada…


Arrancamos en el carro, las fotos de rigor, nos pusieron el piolet – elemento corta pusante asesino que no quería cargar  jajaja – gritamos en semejante frio tri&Trail y arrancamos.


Comenzamos la parte que más AMOOO del recorrido,  comienza una subida empinada, toda oscura y es un paso, la luz de la linterna y la respiración y así sucesivamente es un ciclo, es un mantra, es un repetir,  es algo que escribiendo me acuerdo y se me aguan los ojos de emoción porque a diferencia de la vez pasada no subí en la punta, no quería subir ahí fui casi de las últimas pero quería oler la noche, sentir las estrellas, que cada paso lo sintiera y así me fui, paso como 1 km o menos y primera parada, me volteo lavada en sudor y muy “ingenuamente” le preguntó a Alejandro – guía – será que voy muy abrigada y me dice quítate eso del cuello vas muy acalorada, ojo era las 3 am  y yo moría de calor y me sentía muy ingenua en mi supuesta experiencia en el manejo de las “capas”.


Bueno seguimos nuestro camino, me voltee y me autoconteste, para que carajos haces esto?? Pues para ver esto: la noche estrellada inmensa, un terreno hermosísimo un sendero negro y puras lucecitas de mis compañeritos – en diminutivo intensional por el gran cariño que les tengo - que iban cada uno en su mundo, en su concentración, en sus pensamientos, es algo muy lindo esa subida en plena noche y concentración total es muy hermoso… segunda parada  comenzaron a mostrarnos los símbolos en el cielo pero yo solo pensaba guash que laser más potente dónde consigo uno así para mi gata.


Comencé a darle un poco más rápido, después de sentir mi corazón en la boca y el cuello, comencé a tener mi respiración más regulada, iba bien, solo con algo de sueño, pero bien, iba detrás de la profe  y me sentía la más fuerte, no quería ir más adelante, porque cuando hago eso olvido mirar a mi alrededor que era lo que me había prometido hacer, además me iban dando gomitas que me hacían despertarme jajaja


Cada parada era el mismo ritual, paraba sacaba la chaqueta, el arma corto pusante  - piolet  - que llevaba se resbalaba, decía juemadre porque no traje una maleta más grande para guardar esta vaina, me ponía la chaqueta, sacaba un tris de mi mix alimenticio que, modestia aparte, estaba muy delicioso, tomaba liquido – puro suero – y esperaba quieta, tranquila, ida en mirar y mis pensamientos, esperando dos cosas: 1. La respiración fuerte de mi compañerito Dani que me avisaba que ya casi la paraba iba a finalizar y 2. Esperaba noticias de Andre, eso me tenía en alerta, quería que hiciera cumbre, pero me sentía pésimo de irla a presionar, entonces le iba preguntando a los guías.


Seguimos así hasta que en una parada me dijeron que Andrea estaba enferma se devolvía, no había amanecido, me di durísimo, me sentí la peor compañera de parche de montaña y pensé será que pido un woki toki sé que ella puede solo necesita un empujón, pero lo que la montaña me ha enseñado, es que cada quien hace su propio proceso.


Seguimos pa adelante, era el momento de la verdad, llegamos a un espacio que se denomina el camino del calentamiento global y yo le digo el camino de Marte – sí el planeta -, porque parece otro planeta, también vi a mi derecha el lado centro del Santa estaba pelado no había el pedacito de nieve que había en el pasado, ufff se me aguaron los ojos y pensé aish que raza tan compleja somos, acabamos con todo, así lo amemos… pero un pensamiento mayor me ocupo y era en relación a mi duda, vamos a subir el Rompe Corazones en la noche??? No hay poder humano que lo haga pensé… en fin esperar  me auto dije.


En ese momento uno de los guerreros compañeritos dijo me quedo, a mí me parecía que él iba fuerte pero dijo que estaba cansado y yo intuyó que fue por acompañar a las dos personas que iban a atrás, para hacer borde de nieve, vi a Dani mamado pero con toda la actitud, me sentí feliz porque seguía adelante y me despedí mentalmente de Andre desee con todo mi corazón que no se hubiese devuelto, que se gozara la montaña.


seguimos pa adelante, llegamos al “Rompe Corazones” había un rayo de luz, yo solo sabía que debía subir como un mico, no mirar para abajo y bien pegada al recorrido, ahí sí busque hacerme medio adelante, porque la pensadera me paraliza, dándole dándole llegamos arriba guash el amanecer llego, el Tolima todo despejado, era esa parte donde otra vez me sentí como la primera vez muy fuerte, feliz se me aguaban lo ojos de la felicidad, no podía creer estar ahí mire y mire el Tolima, el piso, todo era un sueño hecho realidad… saltaba jugaba, fotos, estaba dichosa, esperamos a reagruparnos comí mi mix y pensaba estamos casi del otro lado, pero me repetía ojo la vez pasada sentiste muchísimo frio fuiste lenta, entonces toca estar atenta en esta ocasión.


Seguimos adelante, entre ese amanecer, las rocas negras, y una imagen mega despejada estaba como en las películas de astronautas, que van caminando con sus trajes y en tierras desconocidas e inospitas, así me sentía.


Bueno y llegamos a la siguiente etapa, poder subir y hacer cumbre, íbamos bien de tiempo, así como, recomendó thalu, me arregle “rápido” revisé que todo estuviera bien puesto y   busque ayudar y he de confesar que este fue el momento de mayor risa y que me dio la bobada, con mi cordada.


Mi cordada era  Dani – obvio que iba hacerlo con él, era mi compañerito desde el día 0 para esta aventura – y Mati que nos hemos vuelto mega compañeras de montaña, entonces voy a buscar a Dani y lo veo sin poderse poner bien los crampones y mega enredado, le ayudé con estos y cuando lo miro y le digo tu cuántas capas llevas puesto???, porque no puedes ni respirar y me ataco de la risa, no sé si era nerviosa o de verdad que era un momento cómico pero no daba yo de la risa, me contesta pues todas, eso nos dijeron y yo okay, pues casi ni puedes respirar pero valido… Juli – la guía – nos acordonó y nos da la primera instrucción piolet a la derecha y  la respuesta de la cordada, todos con la herramienta en la mano izquierda, después decía no pisen la cuerda y todos estábamos encima, comenzamos a subir y dimos como 3 pasos y pum paramos, nuevamente retomamos con la misma tendencia, pisando la cuerda, bien lentos y poco “profesionales” yo solo pensaba caray no me acordaba que esto fuera tannn eterno pero en el fondo solo me reía, la tercera parada ya dije mk no vamos a subir a este ritmo y comencé a decir vamos a subir garra, patada, garra, patada y repetía y  repetía, también recibimos el respectivo llamado de atención de la guía porque parecíamos los chinos chiquitos indisciplinados, pero yo iba demasiado divertida, amaba todo lo vivido.


Subiendo esa cumbre, hay un punto donde no estas en la cima, estás por coronar pero se ve el fondo blanco demasiado divino, en ese momento respiro profundo, se me aguan los ojos y lo más chistoso fue recibir de la guía, la instrucción de respiren profundo, no vamos a parar más jajaj y yo no dije nada pensé solo estoy llorando de felicidad jajja,  estaba muy divertida  emocionada, las palabras no salían fácilmente, en fin, ahí llegamos y nos abrazamos lo habíamos logradooooooo era la dicha, era realidad, lo había hecho otra vez y había podido absorber todo lo vivido.


Ahí estuvimos, tomándonos las consagradas fotos, raro pero cierto pedí a todos que me tomaran fotos, porque no llevaba el celular y todos aportaron un granito de arena a mi colección de fotos y poses.


Y cómo fue la bajada? Pues si fuimos la cordada más mega hiper NO PROFESIONALES subiendo, no menos la fuimos bajando, yooo tenía que ir adelante y le decía a la guía es que no veo, es que no sé por dónde es, es que, es que, y ella muy pacientemente indicándonos para donde tomar, porque caray bastante cómicos, nuevamente pisamos la cuerda y el arma corto pusante en la mano incorrecta pero era mi cordada divina, amorosa y con los que sabía que quería subir y bajar.


Volvemos claramente al “Rompe Corazones” y en la bajada no me tuvieron que bajar en cuerdas, me hubiera muerto de la pena, pero que sustooo, no se me olvida que dije voy a bajar rondando y sentí el arma cortopusante en las nalgas pero cómo si con esto me voy a rasgar, pero todo pasa por una razón, este EQUIPO que es del putas en todo sentido, se voltio a apoyarme y me ayudaron a bajar, entre Luis Fer, Thalu y Santi que me iba bajando como en un resbaladero feliz y yo sintiendo el corazón en la boca pero aceptando que no iba a pasar nada y vivir el momento…  en todo ese proceso mi querida catica me decía sigue mis pasos y yo solo pensaba tan linda, pero ni si quiera recuerdo donde puso la patica, de lo asustada que voy jajaja.


Llegamos al camino del calentamiento y al siguiente paso hasta unas sillas y yo iba tan feliz, como una cabrita, una que se resbalo y se resbalo, pero muy dichosa, cuando llegamos a las “sillas” altas esperé a mis compañeros de cordada, no me quería ir, estaba tan dichosa que solo quería estar ahí sentada mirando, pensé por favor no me saquen de acá que estoy feliz y en paz.


Pero como todo, tiene un inicio y un fin, Santa y yo tuvimos un inicio hace un par de años y puedo decir que lo culmine en esta expedición que me chupe hasta el último recuerdo, gracias a todos en un GENERAL lleno de mucho amor y cariño y en otro relato daré los respectivos agradecimientos a cada uno que fueron parte especial de mi Santa 2.0. 



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